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El Corazon y los vegetales

Cuando pensamos en los beneficios de comer hortalizas, verduras en general y frutas, surge la idea de lograr un buen funcionamiento intestinal, reducir el ingreso de calorías, incorporar muchas de las vitaminas necesarias y hasta de mejorar nuestra piel. A esta lista de ventajas que brindan los llamados “frutos de la tierra” debemos sumar uno más: la protección del corazón.

En la actualidad, se han publicado numerosos trabajos al respecto, pero uno de los que podemos mencionar por el número de personas que han sido estudiadas es el denominado CARDIO 2000. Esta investigación consiste en un estudio de los que se llaman “casos y controles”, que son los que analizan qué sucede, respecto de una circunstancia particular, en un grupo de personas que adoptan un determinado medicamento o conducta y en otro que no lo hace.

En el caso de CARDIO 2000, se trata de una investigación practicada por un grupo de expertos de la Universidad de Atenas (Grecia) y la Georgetown University, de Washington (EE.UU.), que analizaron los efectos del consumo de frutas y verduras sobre el riesgo de enfermedades coronarias, en pacientes con enfermedad cardíaca.

Se incluyó a un total de 700 varones, con edades de entre 48 y 68 años, y 148 mujeres, que tenían entre 56 y 64 años. Se trataba de individuos que se internaban en clínicas cardiológicas de diversas regiones de Grecia, por padecer el primer episodio coronario. Por otro lado, se estudió a 1078 personas asistidas en la misma institución, de igual edad y sexo pero sin ninguna sospecha de coronariopatía. En todos ellos (cardiópatas y no cardiópatas) se indagó el consumo de este grupo de alimentos, mediante interrogatorios especialmente diseñados.

Los resultados fueron claros: los beneficios de consumir frutas y verduras eran proporcionales al número de porciones consumidas. En efecto, aquellos que consumían 5 o más porciones diarias tenían una reducción del riesgo coronario de un 72%, comparado con el que presentaban los que comían menos de 1 porción diaria. La frecuencia semanal del consumo de vegetales también mostró una tendencia semejante. Es decir, quienes ingerían más de 3 porciones de vegetales por semana tenían un 70% menos de riesgo de experimentar episodios de isquemia cardíaca que los que directamente no comían este tipo de alimentos. A través de sus análisis, los investigadores establecieron que por cada pieza de frutas consumida en el día, el riesgo coronario descendía un 10%.

Los números son más que elocuentes. Mucho se enfatiza en la actualidad sobre los beneficios del consumo de frutas y verduras (pensemos, por ejemplo, en la campaña publicitaria ”5 o más”) y resultados como los de este trabajo parecen reafirmar el sentido de esta recomendación.

Además, si logramos erradicar la idea de nuestra mente de que verduras y frutas son sólo “alimentos saludables” descubriremos un universo de sabores, colores y aromas que transformarán la alimentación cotidiana en un objeto tan placentero como el que se imagina frente a un plato de pastas o un sabroso asado a las brasas. Por otra parte, incluso en el ejemplo anterior, podemos encontrar la ocasión de incorporar vegetales y frutas, como una sabrosa ensalada mixta o como un complemento de nuestras pastas preferidas, en base a vegetales rehogados o al vapor.

Recuerde estos hallazgos, a la hora de planificar su menú semanal.